mercredi, septembre 16, 2009

Si fuera posible (verso para mi patria)

Si tuviera que hablar de vos
Irremediablemente, sería de tus ojos
y la dimensión concreta de su belleza miel.

De la vida hermosa cuando sos vos quien mira.

Hablaría de tus poemas evolutivos
de aquel salto repentino a mujer de espíritu
de tu calor infinito y y playero.

Del sol necesario de tus palabras.

Si tuviera, alguna vez, que hablar de vos
mencionaría tu café azucarado
y tu mañana que conocemos solo solo yo y los espejos.

De aquella certeza inmaculada de saber que será un gran día.

Hablaría de tu voluntad poco firme
pero también del latido danzante de tu corazón
de su ritmo estelar y de todas las estrellas que te iluminan.

De la plateada luna que tu sonrisa puede llegar a parecer.

Si tan solo pudiera hablar de vos
ojalá que fuera a ciegas, como por instinto.
Como si vos también confiaras en la perfección del destino, en la exactitud nanométrica y poco evidente de todos sus caminos.

Si fuera posible. Tan solo si.

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(El machote...como era el escrito al principio. A veces hasta me gusta más)

Si tuviera que hablar de vos

sería de tus ojos

y la dimensión concreta de su belleza miel.

Hablaría de tus poemas evolutivos

del salto a mujer de espíritu

de tu calor infinito y el sol de tus palabras.

Si tuviera, alguna vez, que hablar de vos

mencionaría tu café azucarado

y tu mañana que conocen solo los espejos.

Hablaría de tu voluntad poco firme

pero también del latido danzante de tu corazón

de su ritmo estelar y de las estrellas que te iluminan.

Si tan solo pudiera hablar de vos

ojalá fuera a ciegas, como por instinto

porque yo confío en los sueños

y en la perfección imperecedera del destino y todos sus caminos.

lundi, septembre 14, 2009

Oda al domingo en la tarde

No te conformes con los adoquines
o con la perfecta piedra ordenada sobre las calles
levanta la vista y camina rampante.

No te quedés a contar penurias
el duelo y las heridas son solo tormenta
después, vuelve el sol, para nosotros, en bandeja.

No insistás en el peligro que pueda trazegar tus pasos
el camino es algodón, cada vez que lo creás deveras
cada vez que alcancés el alba y su coro de gallos.

No te conformes con la urbe amurallada
levanta la vista, busca también en lo alto
donde escapan por poco los balcones y las terrazas.

No te conformes con el suelo
porque pronto aparece el humo despreocupado
de las tardes de domingo...del café, de la ciudad y de los cigarros.